miércoles, 6 de marzo de 2019

Olor a vida

Huelo el miedo de quien es cobarde, de quien teme que se le conozca en serio. Intuyo el tembleque del sudor pavoroso de quien le aterra dejar en evidencia un trauma antiguo, la palabra no dicha, el llanto compungido a escondidas. Y es que esa gente nunca ha tenido el placer de encontrarse con personas que les exploren salvajemente... con el cuidado que solo las fieras tenemos y nuestra capacidad de tomar los corazones con la mano, saborearlos mientras laten y devolverlos a su refugio intactos, después de haber gozado su perfume a vida.